La ruptura con el PP: el inicio del ascenso de Vox
Desde 2024, Vox ha experimentado un crecimiento electoral sostenido que no ha pasado desapercibido. Este ascenso tiene un punto de inflexión claro: la ruptura con el Partido Popular y la salida de los gobiernos autonómicos que ambos compartían en julio de 2024. Lo que inicialmente pudo parecer un movimiento arriesgado se ha convertido en una estrategia políticamente rentable. Vox ha sabido canalizar el descontento de una parte del electorado de derechas que percibía al PP como demasiado cómodo en su forma de hacer oposición. Solo hay que fijarse, que justo es, a partir de verano de 2024 cuando Vox empieza su auge. Rompe gobiernos con el PP en Julio de 2024.

La gestión de la DANA en Valencia: un catalizador del descontento
El distanciamiento con el PP se ha visto reforzado por la crisis de gestión de la DANA en Valencia. La incapacidad tanto del PP como del PSOE para actuar con rapidez y eficacia ante la emergencia meteorológica ha generado un gran malestar entre los ciudadanos. En un contexto político donde la credibilidad es clave, la falta de respuesta contundente por parte de los dos grandes partidos ha supuesto una oportunidad para Vox, que ha sabido presentarse como el actor político que recoge el descontento político de la población y el que representa a los españoles.
En el gráfico anterior, es justo a finales del año 2024 cuando Vox logra la mayor subida, coincidiendo con la DANA en Noviembre.
La derecha y su estrategia de oposición frontal al Gobierno
Desde 2020, la derecha española ha mantenido una estrategia de oposición frontal al Gobierno de coalición liderado por el PSOE y Unidas Podemos/Sumar. Este discurso agresivo ha sido compartido por el PP y Vox, pero la diferencia clave radica en la coherencia del relato. Cualquier atisbo de debilidad o concesión en este marco de oposición es percibido como una traición por una parte del electorado, que busca una alternativa firme y sin titubeos. En este sentido, Vox ha mantenido una posición intransigente y sin fisuras, lo que le ha permitido consolidar su crecimiento en detrimento del PP.
Motivos por los que Vox seguirá subiendo y el PP bajando
El crecimiento de Vox no parece ser un fenómeno puntual, sino una tendencia con visos de consolidarse mientras el PP siga como hasta ahora.
Varios factores apuntan a que esta dinámica se mantendrá en el tiempo:
1. Desgaste del PP como partido tradicional
El PP sigue enfrentando el desgaste propio de los partidos tradicionales que han gobernado durante décadas. Su ambigüedad en cuestiones clave y su falta de contundencia en el discurso político hacen que parte de su electorado busque una alternativa más directa y sin concesiones.
2. El refuerzo del discurso identitario de Vox
Vox ha logrado consolidar un discurso basado en la defensa de la identidad nacional, la seguridad y la crítica a las políticas progresistas. Este mensaje conecta con un sector del electorado que siente que sus valores y preocupaciones no están representados por el PP.
3. La percepción de ineficacia de los grandes partidos
Situaciones como la mala gestión de la DANA en Valencia refuerzan la percepción de que PP y PSOE son dos caras de la misma moneda. Vox se presenta como la alternativa a este bipartidismo, captando votantes descontentos.
4. La crisis interna del PP y su dificultad para consolidar liderazgo
El liderazgo en el PP sigue sin estar plenamente asentado. La falta de una estrategia clara y la dificultad para contentar a todos los sectores del partido generan dudas en su electorado, algo de lo que Vox se beneficia. La última vez que Vox subió tanto (llegando a rozar el 20% de voto en las encuestas), el PP expulso a Pablo Casado. Mientras siga habiendo un doble liderazgo y oposición del PP al Gobierno nacional como son Feijóo y Ayuso desde Madrid, el PP no podrá asentarse.
El PP necesita dos cosas para frenar esta situación. Un liderazgo fuerte como ha tenido en sus mejores momento. Solo uno. Y dos, necesita una estrategia clara y ser coherente con ella.
5. El auge de la ola reaccionaria internacional
El crecimiento de Vox se enmarca dentro de una tendencia global que ha visto el ascenso de fuerzas políticas de derecha radical en diversos países. La victoria de Donald Trump en Estados Unidos, el triunfo de Javier Milei en Argentina, el gobierno de Giorgia Meloni en Italia y el fortalecimiento de partidos como AfD en Alemania reflejan un cambio de ciclo político. En este contexto, Vox se beneficia del impulso internacional que está viviendo esta corriente política, que normaliza un discurso antes mal visto, reforzando su narrativa y ganando legitimidad entre un electorado que busca alternativas más contundentes frente al establishment.
Conclusión: un cambio de paradigma en la derecha española e internacional
El ascenso de Vox y el desgaste del PP reflejan un cambio en el tablero de la derecha española. La estrategia de oposición frontal iniciada en 2020 ha llevado a una radicalización del discurso, donde cualquier signo de tibieza se castiga con trasvase de votos al otro. En este nuevo escenario, Vox ha sabido posicionarse como el partido que representa sin complejos a una parte del electorado conservador, mientras que el PP lucha por no quedar relegado a un segundo plano.
El futuro político de la derecha dependerá de la capacidad del PP para redefinir su estrategia y de si Vox logra mantener su crecimiento sin verse afectado por la fragmentación del voto.